Es raro, tan raro estar haciendo las cosas de todos los días, y a la vez saber que dentro de 12 horas estarás ya volando en un avión.
Es raro porque además ( y en estos últimos días) las cosas cotidianas, o aquellas por las que te comprometiste hacer tienen como una especie de cierre de redacción: dar la clase, terminar el boletín de AWID, terminar la nota sobre el último libro de Harold Bloom para el suplemento "Señales" del diario La Capital, a la vez no debés dejar de comprarte las cosas que necesitás: un par de medias, una remera, bagohepat, pañuelos descartables; hacer la listita de las cosas necesarias y las que tenés que llevar.
Uy... todo un vértigo.
La cuestión es que estoy muy contenta, con muchas ganas de participar del seminario, de ver el mar del caribe de nuevo. De conocer personalmente a colisteras de RIMA y de Safo Piensa.
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